Gestión de inventarios
Las existencias se mantienen en el ciclo de administración de materiales para alimentar la función de producción, o bien en ella para cubrir la demanda de los clientes. En este último caso, el control de las existencias es crucial para una distribución física eficaz. Las existencias son la mayor inversión individual que hacen los fabricantes de bienes de consumo empaquetados, pues llegan a suponer un tercio de su inversión activa. En condiciones de competencia, en las que los segmentos del mercado son de diversa naturaleza y los clientes están acostumbrados a obtener los bienes rápidamente, es necesario mantener elevados niveles de existencias.
El objetivo del control de existencias es minimizar los costes totales de existencias sujetos a la demanda y limitaciones de nivel de servicio. Los principales costes se deben al mantenimiento de existencias, pedidos y riesgo de un agotamiento de las mismas. El sistema debe determinar cuánto hay que reponer, cuándo hacerlo y cómo evitar que se agoten las existencias al mínimo coste.
Existen una serie de sistemas de control de existencias, dependiendo del tipo de negocio. Los sistemas de planificación de necesidades de distribución intentan conectar los procesos de producción con los demás niveles de existencias, situados más adelante en la cadena. Trabajan sobre la base de que administran las existencias destinadas a reponer otras existencias.
Evidentemente, para cualquier sistema de control de existencias es esencial una previsión precisa de la demanda futura. La falta de esta previsión o su inexactitud puede causar estragos a lo largo de la cadena de distribución física. Un aumento imprevisto de la demanda puede provocar el agotamiento de las existencias y la pérdida de pedidos en el futuro. Cada empresa y cada miembro del canal debe equilibrar los costes de mantener niveles de existencias más altos, con el coste de un agotamiento de las mercancías.
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