sábado, 25 de abril de 2009

Distribución física

Se suele aplicar este término al flujo externo de bienes, desde la empresa a los clientes a través de una red de distribución. El cliente puede ser un mayorista, minorista o fabricante que utiliza el producto en su propio proceso de producción. Así, el ciclo de distribución física de una empresa puede ser el ciclo de administración de materiales de otro negocio. En este caso, las decisiones referentes a lo anterior están a menudo ligadas al proceso de administración de materiales del comprador. Cuando la distribución depende totalmente de la demanda del cliente en el mercado, se suelen administrar las existencias de bienes terminados separadamente, a partir de sistemas tradicionales de renovación de pedidos en el momento oportuno. La producción se ocupa fundamentalmente de la administración de existencias de materias primas y de los trabajos en curso.
El término dirección logística incluye el flujo total de materiales, desde la adquisición de materias primas a la entrega de productos terminados al cliente final y el retorno de la información que controla este movimiento. Los términos logística y distribución física son a menudo intercambiables.
La importancia de una distribución física

En los últimos años, las empresas se han dado cuenta de que los costes de la distribución física pueden representar hasta una cuarta parte del Producto Nacional Bruto (PNB), lo cual ha aumentado su significación económica. Su importancia en la administración también ha aumentado significativamente debido a:
1. La logística se ha convertido en una herramienta competitiva importante en la lucha por el control de la distribución. También está considerada como un factor estratégico importante.
2. Ahora se comprende que la logística no funciona de forma fragmentada; la mejora de la eficacia de un área, por ejemplo el almacén central, no sirve de nada si complica otras funciones.
3. Los desarrollos tecnológicos sistematizados de los últimos años han obligado a la dirección a entender la logística como una unidad.
El concepto de distribución física

Este concepto enfatiza la relación entre costes y niveles de servicios e intenta minimizar los costes totales de distribución en un determinado nivel de servicios con el respaldo de una red logística integrada. Sus cuatro componentes básicos son:
1. El enfoque de coste total: considera todos los costes de la red de distribución física, visible e invisible, al tiempo que intenta alcanzar un determinado nivel de servicios. Hay que tener presente la interdependencia de todos estos elementos e intentar minimizar los costes totales, en lugar de intentar reducirlos por partes.
2. Compensación de costes: aunque ciertos costes aumenten al tiempo que otros disminuyan, el objetivo debe ser reducir los costes totales de distribución.
3. Suboptimización mínima: debido a la interdependencia de todas las funciones distributivas, cualquier cambio en una de ellas afecta a las demás. Cuando dichas funciones están integradas, el objetivo debe ser minimizar la suboptimización a través de la administración de sistemas.
4. La perspectiva de sistema total: lleva el concepto a un nivel superior, pues considera los costes en el proceso de comercialización global, desde el principio a la venta al usuario final. Por ejemplo, el minorista, en lugar de poner el precio a los productos que recibe, lo cual es un proceso lento y caro, puede ofrecer al fabricante una lista actualizada de precios y éste poner el precio a los productos y cobrar al minorista por el servicio. El resultado es una reducción de los costes totales.
Dirección de distribución física

Puesto que el coste de la distribución física puede ascender a más de la cuarta parte del precio de ventas a nivel de fabricación y que los activos necesarios pueden suponer un tercio del activo de la empresa, es necesario para la dirección mantener estos costes bajos. Cuando las funciones logísticas están integradas se puede mantener bajos los costes tangibles, como por ejemplo el almacenamiento, existencias y transporte. Los costes intangibles se deben a la insatisfacción de los clientes causada por retrasos en las entregas, pérdida de ventas/pedidos, etc. El control de estos costes, tanto tangibles como intangibles, es muy difícil debido al efecto de cualquier cambio en los niveles de servicio al cliente. La mejora de éste puede aumentar los costes y la reducción de los costes puede significar una menor calidad de servicio. La dirección de la distribución física ofrece una guía para mantener el equilibrio entre los costes y niveles de servicio.
Transporte

El transporte es una parte importante de la logística, pues transportes inadecuados pueden aumentar los costes de existencias y la inversión en ellas de forma prohibitiva. También pueden provocar la insatisfacción del cliente, aumentando dramáticamente los costes intangibles. Por tanto, la selección de un medio de transporte adecuado, eficiente y fiable, es esencial para alcanzar los objetivos de distribución. Los cinco medios son: tren, carretera, mar/vías fluviales, aire y tuberías, además de una combinación de algunos o todos ellos. Hay que considerar todas las posibilidades teniendo en cuenta los costes, fiabilidad y posibilidad de riesgos/deterioro.
Almacenamiento

Se puede hacer en dependencias de la empresa o en dependencias alquiladas a otros. Las ventajas de poseer el almacén son: mayor flexibilidad y control, mejor recepción de información y menores costes unitarios potenciales. Los centros de distribución regionales, que sirven a mercados regionales, son de nueva creación en la Europa actual. Si están altamente automatizados y están preparados para el empaquetado de los pedidos, mantener existencias totales y combinar productos de diferentes centros de producción, pueden alcanzar un alto grado de eficacia y aumentar la satisfacción del cliente. Por ejemplo, algunas empresas están considerando la posibilidad de situar centros de distribución regionales en Maas-tricht (Países Bajos), Colmar (Alsacia) y en Baviera. Estas regiones están desarrollando el tipo de estructura necesaria para el funcionamiento de estos centros.
Las ventajas de alquilar son: flexibilidad de espacio y localización y, posiblemente, menores costes para los negocios estacionales. También existe una amplia variedad de opciones para elegir el tipo de almacenamiento necesario, por ejemplo, servicios especiales de almacenamiento para productos agrícolas o almacenes refrigerados. Las empresas de almacenamiento también ofrecen una variedad de servicios extra para competir entre sí.
Es posible reducir las necesidades de almacenamiento a través de la elección de un medio de transporte más lento, por ejemplo, almacenamiento en tránsito. El número y localización de los almacenes se decide según su propósito y el nivel de servicio al cliente que se quiere ofrecer. Deben estar localizados de tal manera que se amolden al nivel de servicio deseado tras considerar todas las variables. Esta solución es única para cada negocio. Los costes de transporte disminuyen a medida que aumenta el número de almacenes, mientras que los costes de existencias y almacenamiento aumentan en proporción decreciente. El objetivo es minimizar los costes totales de todo el sistema en el punto en que se cruzan las curvas (ver también la Fig. 5.2).
La localización de los almacenes afecta al nivel de servicios al cliente y a los costes totales. También afecta significativamente al poder de competencia del negocio. Se han desarrollado una serie de modelos para ayudar a los directivos a tomar mejores decisiones. Los factores más importantes son la estimación de pérdida de ventas debido a la distancia del almacén a los clientes y el coste de la operación y del transporte.

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